sábado, 26 de abril de 2008

Lunes anterior. Inicio de la semana. Pedir cita al médico. Los síntomas no han desaparecido. C despierta y siente que está en un bote, una hamaca, o una silla mecedora. Es un movimiento de bamboleo que no se deja en paz, que se aprieta a la cabeza, como una garrapata. Los médicos anteriores le han diagnosticado colesterol y triglicéridos, patología hepática, problemas de circulación, nervios alterados del cuello, depresión neurobiológica. Y al final nada, solo un estado invisible, un espíritu siniestro que se escabulle. Pero C sabe que está así: como la torre de Pisa.

6 comentarios:

sylvia villa-echeverría dijo...

Lo que C necesita sin lugar a dudas es sambullirse en otro espacio, otro hambiente...tal vez unas vacaciones con ilusion de aventura y en busqueda pasiva de ese amor que se ha de llegar?...olvidese de los pesares!!...

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Sylvia. Señor narrador deje que C. encuentre el amor, eso va a curar todos sus males. Es lo único que realmente existe y nos mantiene vivos. Por mucho tiempo ha estado buscando las sombras y los abismos, sumergiéndose en todos sus males. En el caso del señor C. creo que todas sus enfermedades son únicamente una exteriorización de sus vacíos interiores. Deje que atrape un poco de luz.

Anónimo dijo...

Señor narrador, otra cosita que quería decirle. No sé si puede escribir con más frecuencia porque la verdad es que pierdo el hilo de esta historia y el personaje se me hace ajeno porque no tenemos la oportunidad de encontrarnos muy seguido. Acuérdese que el señor C. sólo existe mientras haya alguien que de lectura a los pequeños fragmentos que aparecen una o dos veces por mes y por lo tanto pasa mucho tiempo muerto. El señor C. necesita la lectura para seguir vivo y no sucumbir ante todos sus pesares y males

Anónimo dijo...

digamos que soy Antonia.

iajc! No haga caso.

Anónimo dijo...

como encontrar el amor?... a caso es tan facil, solo porque alguién lo pide!... como saber cuando hemos encontrado el amor, a caso toca nuestras puertas y nos dice !aquí estoy!... entonces como se le puede pedir al señor C que encuentre al amor, para que haga de su vida algo más interesante y feliz... como puede el amor curar todos los males, si es uno mismpo el que las cura!... pues no solo en el amor existe la felicidad!!...

Anónimo dijo...

De acuerdo con digamos que es Antonia... Usted tiene sus propios ritmos y así nos gusta...Hay que darle aire a las cosas a veces aunque sea ese aire enfermizo que respira este personaje...